La retención del
embrión en la cavidad uterina por lo menos durante 4 semanas después de
su muerte, se conoce como aborto frustro.
Definir el tiempo entre la muerte y el diagnostico no es fácil y carece de utilidad práctica porque en la actualidad
el diagnóstico se realiza con prontitud. De acuerdo con la edad gestacional, la
paciente observará primero que los movimientos fetales han desaparecido, que el
crecimiento uterino se detiene y que posteriormente disminuye, los cambios
mamarios propios del embarazo regresan y el sangrado es escaso, de color café negruzco, el cual persiste por
varios días. No es posible determinar la FCF .
No se sabe porque
después que muere el feto se retiene en el útero y no se expulsa
espontáneamente, al parecer el uso de progestágenos para el tratamiento de la
amenaza de aborto tiene una influencia directa.
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